Este verano he realizado uno de los grandes viajes que toda persona debería emprender al menos una vez en la vida. Un viaje a las culturas milenarias de los pueblos que habitaron las tierras peruanas desde el Neolítico.
Confieso que no era un viaje que tuviera previamente en mi agenda. Principalmente por desconocimiento. Prácticamente para mí Perú era la capital del imperio Inca, que tras la ocupación de Pizarro quedó abandonado. Pero en este viaje he descubierto que el imperio Inca es una muy mínima parte de la historia peruana, aunque muy importante no duró mucho más de un siglo. La historia de Perú es mucho más rica, variada, artística y constructiva. Ya en el Neolítico los primeros habitantes empezaron a cultivar las tierras de las montañas formando terrazas para investigar sobre la actuación de la climatologia y diversificar los cultivos. Y hoy en día aún hay campesinos que siguen cultivando con el mismo sistema de terrazas. Y desde el Neolítico hasta las culturas Mochica, Chimú, Lambayeque… que fueron poblando el Perú. Todo un arcoiris de Historia, Cultura y tradiciones que se han ido manteniendo hasta nuestros días. Como la bandera de Lima.
Fue un alumno quien me incitó a emprender este viaje. Con motivo de una actividad del colegio, este alumno, de madre peruana y padre ecuatoriano preparó y nos expuso toda una conferencia sobre la historia, la cultura y la geografía peruanas. Gracias a su entusiasmo y al de su madre me he decidido a disfrufar y aprehender todo Perú, todo «el» Perú. (Bueno, no todo, porque harían falta varios meses sin descanso para verlo, conocerlo y disfrutarlo todo, pero una buena y muy importante parte)
VIERNES 6 DE JULIO
Me embarco rumbo a Perú. El avión despega a las 13:42, me esperan 11 largas horas de vuelo. Reparten periódicos y tomo El País, donde entre otras noticias de portada me sorprende el titular «Una española esclavizada por una secta en Perú» Pues empezamos bien.
Afortudamente una auxiliar de vuelo me confirma que a bordo está mi menú vegetariano.
Los viajes largos se resuelven a base de películas. He visto «El club de la lucha», dirigida por David Fincher y protagonizada por Edward Norton y Brad Pitt. Una metáfora de la necesidad de enfrentarse a sí mismo, a los propios miedos, prejuicios e incapacidades y a la vez la necesidad de enfrentarse a los poderes financieros que soportan el capitalismo, la explotación laboral y el consumismo. Con un poco de humor negro casi surrealista.
Pero me gustó más «Con amor, Simón», dirigida por Greg Berlanto y protagonizada por Nick Robinson. La historia de un joven que vive en un mundo heterosexual, pensando que él era la única persona no heterosexual. Conoce la homosexualidad por internet, un homenaje a la función social, cultural y liberadora de las redes sociales.
Tras un sueñecito comencé a ver «Ocho apellidos catalanes», pero no dió tiempo a terminarla.
Lleguamos a Lima a la 1:56, hora española, 18:56 de Perú. Había mucha cola en el control de pasaportes, pero son muchas ventanillas y van ágiles. El conductor de la agencia Condor Travel que me va a recoger se ha sorprendido con mi apellido «Soltero» y me anuncia que cuando vaya a Arequipa podré degustar el plato típico que se llama «Solterito de queso». Una de las muchas especialidades vegetarianas (y de hecho pura «dieta mediterránea») que he ido descubriendo en mi viaje.
El hotel José Antonio está en el barrio residencial de lujo llamado Miraflores. Junto al océano Pacífico. La entrada del barrio me recordó a Benidorm porque a lo lejos se puede divisar una gran cruz iluminada, como en el Ricón de Loix. Tras el check-in me acosté, eran las 9 de la noche en Perú. La habitación no es muy amplia pero la cama es de 2 por 2 y el baño incluye un yacuzzi como ducha. Me parece lujoso un poco incómodo y resta espacio el lavado para dejar los útiles de aseo. Me ha parecido pequeña la recepción (con un sofá y dos sillones) y no me han gustado los pasillos enmoquetados. Pero está muy bien situado.
SÁBADO 7 DE JULIO
Pasando de Hemingway y sus encierros taurinos, el 7 de julio amanezco en Lima. Tras el desayuno buffet doy un primer paseo por Lima, llegando hasta el mar. Me gustó mucho descubrir carteles que van mostrándome la realidad y el esfuerzo de sociedad, el gobierno y las empresas por llegar a ser un país moderno, progresista y socialmente abierto y avanzado.
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Descubrí algunos monumentos, Miguel de Cervantes:
Ingeniero Pedro Paulet Mostajo (1874- 1945), presursor de la era espacial:
.Colegio Médico del Perú:
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.Homenaje a Alfredo Salazar Southwell:
Arquitectura contemporánea:
y Centroeuropea:
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Una horrenda iglesia (se la mire por donde se la mire):
Pintura mural:
Otro aspecto que me llamó la atención desde que llegué al país fue la españolización de las señales viales:
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Señales ecológicas:
También me llamó la atención la señal que indica en los hoteles y en muchos otros edificios que están construidos a prueba de terremotos:
A las 9:17 h, me recojen y junto a otros turistas españoles nos hacen el tour de la ciudad.
Damos un paseo por la Plaza de Armas con la Presidencia del Gobierno.
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Visito el Museo del Cacao aprovechando unos minutos de tiempo libre.
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Visitamos la Casa Aliaga.
.Presidida por Cristobal Colón:
.Por cierto que estos días están celebrando en todo el Perú su emancipación de España:
.Un palacio con una impresionante colección privada de obras de arte y mobiliario:
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El dueño actual del palacio:
Me encantó el poético nombre de esta calle:
Palacio y Museo Arzobispal:
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La biblioteca es una joya con innumerables volúmenes.
Museo Larco. Es lo que más me interesó del tour, aquí empiezo a conocer la historia y la arqueología de Perú. También empiezo a conocer como la mayor parte del oro y plata que recubría los cuerpos momificados encontrados en los yacimientos ha sido saqueado por los propios arqueólogos, pero también por lugareños que desconocían su verdadero valor.
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¿Esta escultura no es puro y decisivo Surrealismo?:
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Además de una gran cantidad de cerámica de las diversas culturas me solazo con la exposición de esculturas eróticas (y por supuesto compré una reproducción en la tienda del museo)
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.Tras terminar la visita nos dejan en Larco y paseo buscando un restaurante vegetariano que la noche anterior me había recomendado el conductor de la agencia, pero al parecer ya no existe y en un quiosco de prensa me indican otro cercano. Lo localizo y entro, es el peor restaurante donde he entrado en todo el viaje. con paredes sucias necesitadas de una buena mano de pintura, cuadros torcidos, baño si luz sin tapa en la cisterna. El primer plato me gustó, el resto no.
Visito la Sala de Arte Luís Miró Quesada Garland, donde exhiben unas instalaciones muy interesantes de Nydia Negromonte, artista nacida en Lima en 1965 que reside en Belo Horizonte, Minas Gerais, Brasil.
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Echo una siestecita en el hotel y sobre las 16:30 vuelvo a salir a pasear por el Parque del Amor y otros parques que lindan el océano.
Intihuatana:
El beso: Cada 14 de abril se realiza en este parque un concurso de besos, vence el beso más duradero.
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Antonio Cisneros:
Faro La Marina:
La cruz iluminada:
Parque Champagnat, donde las parejas van dejando placas conmemorativas de sus bodas de oro:
Más esculturas contemporáneas:
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En el restaurante Lucha (me recordó la película que había visto en el avión) ceno un sandwich vegetal. La frase en el friso: «LA ALEGRÍA ESTÁ EN LA LUCHA Y NO SÓLO EN LA VICTORIA» Mahatma Gandhi.
Vuelvo al hotel y me acuesto temprano. Porque ma irán a recoger a las ¡2:50! de la madrugada para el traslado al aeropuerto.
Lima me ha gustado mucho. La ciudad, el arte, el ambiente, los valores. Buen comienzo para un mejor viaje.
Floredo 
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