El viernes 13 de junio de 2014, fuimos a la Filmoteca Española (Cine Doré) a ver esta película de 2003, dirigida por Miguel Hermoso, protagonizada por Alfredo Landa y que no llegué a ver en su estreno.
Me pareció muy buena. Pionera del estilo literario de la Historia Ficción, que desde que se publicó en 2003 “El código Da Vinci” puso de moda el cine y las novelas de templarios y demás sectas.
Pero “La luz prodigiosa” no nos habla de sectas, ni conspiraciones, ni códigos que descifrar; sino de nuestra guerra civil, de la solidaridad, de los sentimientos, del humanismo. Un joven pastor rescata de la muerte a un hombre que acaba de ser fusilado y años más tarde, ya en democracia, contacta con aquel superviviente que ha perdido su identidad y le ayuda a recuperarla. Lo de menos es si realmente Lorca sigue vivo. Su legado, su poesía sigue viva; la lucha que después hicieron en su nombre los colectivos tanto literarios, como republicanos y homosexuales, sigue viva. La Memoria Histórica no es solo encontrar los huesos y darles sepultura digna sino también, y principalmente, rescatar los valores de aquellas personas que fueron fusiladas ya fuera por sus ideas, por su sexualidad, por su defensa de las libertades.
La película hace guiños al mundo surrealista de Lorca, Dalí y Buñuel como la escena de las hormigas.
Alfredo Landa estaba en el cénit de su carrera. El papel de Nino Manfredi también es magnífico.
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